No tienes que elegir: puedes tener ambos

No tienes que esperar a tener más tiempo, más dinero, más belleza, más de lo que sea. No tienes que renunciar a tu trabajo para hacer eso que tanto anhelas. No tienes que elegir entre uno O lo otro. La verdad es que puedes hacer lo uno Y lo otro.

Yo renuncié a mi trabajo en una empresa multinacional con un salario competitivo y un cargo retador porque no supe pedir ayuda. Porque no supe poner una pausa. Porque no supe respetar mis límites ni comunicarlos.

¿Te suena familiar? ¿Cuántas veces has renunciado a algo valioso por no saber parar? ¿Por no pedir ayuda o por no respetar tus propios límites?

Mi consejo hoy es simple pero profundo: No te rindas, pero aprende a descansar.

Esta reflexión llegó a mí en un momento cotidiano, mientras colgaba la ropa. Y sabes, todo lo que te comparto es en gran parte un recordatorio para mí misma. No lo hago desde el ego de "yo sé y tú no", sino desde la certeza de que ese recordatorio que me estoy haciendo puede servirle a alguien más. Estas reflexiones más íntimas solo las comparto por este medio.

Y la verdad, escribir estos correos representa uno de los momentos más bonitos que tengo para expresar y compartir en público lo que pienso.

¿Y tú?

¿Hay algo a lo que hayas renunciado porque sentías que no podías con todo? ¿Qué pasaría si en lugar de abandonarlo, simplemente aprendieras a hacerlo a tu ritmo, respetando tus límites?

Te invito esta semana a identificar una cosa pequeña que hayas dejado de lado y a darle un espacio en tu vida, sin presiones, sin expectativas de perfección. Solo un pequeño paso.

Cuéntame cómo te va respondiendo a este correo. Estoy aquí para escucharte.

Con amor,

Madi