La forma correcta de planear

Podría decirse que soy una planeadora compulsiva. Siempre estoy pensando en pasos, haciendo listas, o armando conexiones en mi cabeza.

Puede parecer que está bien.

Pero la realidad es que a veces no es tan bueno como parece.

En una época de mi vida el querer planearlo todo me provocaba dos cosas:

1. Insomnio: porque no podía apagar mis pensamientos ni siquiera cuando iba a dormir.
2. Frustración: porque si las cosas no salían de acuerdo a mi plan, sentía en mi pecho un vacío gigante, como si me hubieran quitado algo que estaba guardando con mucho celo, y después se me subía un calor a la cabeza, era la ira o rabia de que las cosas se habían salido de mi control.

Con el pasar de los años, y los muchos maestros que he tenido en mi vida; me di cuenta que estaba planeado desde donde no era, y hoy te quiero contar la forma correcta para planear (al menos la que me ha servido a mi para dejar atrás sentimientos y situaciones que no me hacían bien).

¿Por dónde empiezo?

Antes de iniciar a pensar en pasos, contactos, reservas, presupuestos, fechas y demás... Hazte esta pregunta y medita sobre ella:

¿Qué anhela mi corazón con [PROYECTO, SUEÑO, EVENTO, ETC.]?

Si quieres cierra los ojos y repite la pregunta en voz alta para ti, deja que las palabras salgan de tu boca y entren por tus oídos. El ejercicio de escucharnos en voz alta es poderoso, porque te permites procesar la información de forma diferente a si solo lo piensas. (Por acá puedes ver más de este tema).

Repite el ejercicio varias veces hasta que lo sientas en tu corazón, si tienes problemas con este ejercicio te recomiendo usar otras herramientas como el tapping, journaling o meditación.

Puede que la respuesta no llegue de forma inmediata, quizá horas o días después vas a encontrar la respuesta, solo encárgate de sembrar la pregunta y de estar alerta a las señales que el universo te da, que pueden venir de cualquier forma.

💡Tip: no te apresures, escuchar los deseos de tu alma no siempre es fácil y más cuando nos hemos perdido y no sabemos quienes somos. Intenta el método de conexión que más resuene contigo, puede ser caminar entre la naturaleza, escuchar una meditación, ir a la iglesia, escuchar una canción que te gusta, hacer una actividad que disfrutas mucho.

Recuerda que:

• planear con intención y desde el corazón no solo te da claridad, sino que también te conecta con el propósito detrás de cada paso que das.
• Si algo no sale como lo esperabas, no lo tomes como una pérdida, sino como una oportunidad para reajustar tu camino con más conciencia y compasión hacia ti.
• Planear no se trata de controlarlo todo, sino de crear un espacio donde tus sueños puedan florecer en su propio tiempo.

Espero que este ejercicio te inspire tanto como a mí.

Y si lo pruebas, ¡cuéntame cómo te va! Estoy aquí para escucharte y compartir este camino contigo.

Con amor,

Madi