De historias de Hollywood, dramas y la historia que verdaderamente importa
Me encontré esta semana perdida en un bucle de YouTube. Ya sabes, esos momentos en los que empiezas viendo un video y de repente han pasado dos horas y estás sumergido en dramas de celebridades que ni siquiera te importan realmente.
Dos días. DOS DÍAS enteros pasé consumiendo drama tras drama sobre Hollywood. Y en algún momento, mientras scrolleaba mecánicamente hacia el siguiente video de chisme, me detuve y me pregunté: ¿Para qué estoy haciendo esto? ¿De qué me sirve realmente saber sobre el último escándalo de celebridades o el drama más reciente de la farándula?
Es fascinante cómo los medios han perfeccionado el arte de atraparnos en estas olas de contenido. Construyen narrativas dramáticas que nos mantienen enganchados, esperando el siguiente capítulo de una historia que, siendo honestos, no tiene ningún impacto real en nuestras vidas.
Como dice Ryan Holiday, autor de "The Obstacle Is the Way" en el podcast Three rules for life:
"If you don't understand the history, you will not understand the present, even if you watch the news." (Si no entiendes la historia, no entenderás el presente, incluso si ves las noticias).
Esta frase me golpeó con fuerza. La verdadera comprensión de nuestro presente no la encontraremos en tendencias virales ni en modas fugaces. Está en la sabiduría acumulada por miles de años de civilización humana. En los escritos de Marco Aurelio, que siguen siendo relevantes dos milenios después. En las estrategias de Alejandro Magno, que nos enseñan sobre liderazgo. En la resistencia pacífica de Gandhi, que demostró cómo cambiar el mundo sin violencia.
Mientras perdemos horas consumiendo noticias manipuladas y dramas prefabricados, dejamos de lado el conocimiento profundo que generaciones de pensadores, líderes y filósofos han destilado a través de los siglos. Ignoramos las lecciones de civilizaciones enteras que enfrentaron y superaron desafíos similares a los nuestros.
Nuestro tiempo en este plano físico es finito. Cada minuto que gastamos absorbidos en dramas ajenos es un minuto que no dedicamos a escribir nuestra propia historia, a aprender de las experiencias milenarias de la humanidad, a crear algo significativo que trascienda las modas pasajeras.
Si queremos entender verdaderamente nuestro contexto, no lo encontraremos en las fake news ni en los trending topics. Lo encontraremos en la sabiduría de los estoicos, en las lecciones de las grandes civilizaciones, en los principios universales que han sobrevivido el paso del tiempo precisamente porque contienen verdades fundamentales sobre la naturaleza humana.
Este es un llamado de atención - para ti y para mí. Así que la próxima vez que nos encontremos cayendo en el agujero del drama y el chisme, detente, escoge un libro, ponte a leer, a escribir o simplemente a vivir plenamente el tiempo que tienes hoy. Este momento, este preciso instante, no volverá jamás.
Al final del día, ¿qué preferirías? ¿Ser un espectador pasivo de las historias efímeras que otros quieren que consumas, o ser el protagonista activo de tu propia historia, nutrida por la sabiduría atemporal de quienes vinieron antes que nosotros?
La elección, como siempre, es tuya.
Con amor,
Madi