¿A qué le tienes miedo?
Cuando estaba en mis veintes escuchaba mucho una frase que decía “La vida comienza después de la zona de confort”.
En su momento no eran más que palabras que entraban por un oído y salían por el otro.
Al acercarme a mis treintas empezó a calar un poco más profundo esa frase. Reconocí la temible “zona de confort” que no me estaba dejando vivir. A pesar de reconocerla no podía salir de ella. Tenía mucho miedo.
Miedo a equivocarme. Miedo a los juicios de mis seres queridos. Miedo a fracasar.
Claridad
El miedo es un mecanismo de protección, que nos mantiene vivos. Sin embargo, existe el miedo real y el miedo imaginario. El miedo real es aquel que responde ante una amenaza identificable y concreta, por ejemplo ver un animal salvaje o estar en una situación de violencia, aquí el miedo se activa y nos protege, es un mecanismo de defensa que nos ayuda a reaccionar rápidamente. Según la Fundación Liderazgo de Chile, este miedo tiene unas características,:
- Identificable: Tiene un nombre y causas externas claras.
- Emoción de preocupación: Genera una respuesta emocional que nos motiva a actuar.
- Duración breve: Suele durar solo mientras persiste la amenaza.
- Gravedad menor con estrategia de afrontamiento: Se puede manejar con técnicas adecuadas para reducir el estrés.
Por otro lado, está el miedo imaginario. Este miedo surge de pensamientos sobre situaciones que son poco probables o irreales. Este tipo de miedo produce ansiedad y malestar prolongado sin una causa concreta. La ansiedad se produce ante riesgos que no están claramente definidos y sobre los cuales no tenemos control.
Lo puedes identificar porque:
- Es difuso e indefinido: No se puede identificar claramente la amenaza.
- Tiene causas internas: Proviene de pensamientos y creencias personales.
- Tiene una duración prolongada: Puede persistir incluso en ausencia de una amenaza real.
Salir del espacio seguro, la zona de confort, da miedo.
Claro.
Es natural, como lo explicamos en las líneas de arriba, pero la clave está en identificar que ese miedo no es real, es imaginario.
Y que ese escenario que parece catastrófico en nuestra mente, quizá no sea tan temible como creemos en la realidad.
Planeación
Toma lápiz y papel, o el mecanismo que prefieras para escribir.
Escribe como título ese gran proyecto o decisión que quieres tomar pero al que le tienes miedo.
Comienza a listar todos los miedos que surgen.
Escribe todo lo que tu mente te dice; no filtres nada. Deja que salga todo en este escrito.
Acción
Frente a cada miedo indica, de acuerdo con las definiciones que vimos arriba, si es un miedo real o imaginario.
Al final de esta reflexión pregúntate cómo te sientes y define concretamente cuál es el primer paso que vas a tomar para poner en marcha ese gran sueño, proyecto o decisión y salir finalmente de tu zona de confort.
Con amor,
Madi