5 errores frecuentes que te impiden avanzar y cómo puedes cambiarlo
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5 errores frecuentes que te impiden avanzar y cómo puedes cambiarlo

En un mundo donde el tiempo parece escurrirse entre nuestras manos, el principio de Pareto, o la famosa regla del 80/20, emerge como un recordatorio poderoso de que el 80% de los resultados provienen del 20% de los esfuerzos.
5 errores frecuentes que te impiden avanzar y cómo puedes cambiarlo

En un mundo donde el tiempo parece escurrirse entre nuestras manos, el principio de Pareto, o la famosa regla del 80/20, emerge como un recordatorio poderoso de que el 80% de los resultados provienen del 20% de los esfuerzos. Este principio, aplicable en casi cualquier área de la vida, nos invita a enfocarnos en lo esencial, en lo que realmente marca la diferencia. 

Por años mi foco estuvo siempre en el 80%, ignorando por completo que debía solucionar el 20% para que el 80% fuera una consecuencia del otro. En este artículo te voy a contar 5 errores que cometí que me impedían avanzar y cómo encontré una herramienta que me ayuda a mantener el foco en el 20% para sacarle el máximo provecho a mi tiempo.

Error 1: Procrastinación por falta de claridad

Acostada en mi cama mirando el techo, así recuerdo gran parte de esos años en los que no tenía idea de qué hacer con mi vida o en qué usar mi tiempo; y como dice el dicho “Si no sabes para donde vas, cualquier camino te sirve”

Para mí la falta de claridad es una de las mayores excusas que me decía para justificar mi estancamiento. Me distraía mucho con tareas menos importantes o, peor aún, no hacía nada en absoluto cayendo en un un ciclo de inacción y frustración, en el que al final del día sentía como si hubiera estado muy ocupada pero sin avanzar realmente hacia mis metas.

Error 2: Multitasking (multitarea)

Me creía mujer orquesta, hacía muchas cosas al tiempo porque mi entorno parecía valorar esta ‘habilidad’ y de cierta manera, incentivarla. La realidad es que me sentía dispersa, me agotaba rápido y mi tiempo de atención se reducía, haciendo que me resultara muy difícil mantener el foco por mucho tiempo en una sola cosa. 

Además, era más propensa a cometer errores por lo que mi calidad del trabajo se veía afectada y esto me causaba un estrés tan alto que lo somatizaba en un dolor intenso en la escápula derecha. Al tiempo que incrementaba mi sentimiento de ineficacia y no merecimiento.

Error 3: Falta de prioridades

Cuando todo es importante nada lo es. Aprender a identificar qué es lo que realmente importa y por ende es una prioridad no es fácil si no tienes claridad sobre lo que quieres (error 1). 

Caer en este error significó dejar por años sueños sin cumplir por estar priorizando los sueños y proyectos de otros. 

Error 4: Sobrecarga de compromisos

También conocido como “decir sí a todo” fue uno de los errores que más cometí durante los primeros 30 años de mi vida. El no poder decir no por pena o vergüenza, o por parecer una mala persona me llevó en varias ocasiones a sobrecargarse tanto, que vivía con la sensación constante de que algo se me iba a olvidar.

Además, me hacía sentir la necesidad de tener todo planeado porque sino no iba a poder cumplir. Entonces, cuando algo se saliera de mi plan (y control) mi sentimiento de frustración y caos me desbordaba afectando mi bienestar físico, mental y emocional así como mi relación con las personas cercanas a mi.

Error 5: Falta de revisión y reflexión

O vivir en modo automático, al estar tan ocupada haciendo, por años me olvidé de revisar y reflexionar. Lo que me llevó a cometer los mismos errores año tras año.

Este error es quizá uno de los más dolorosos porque a pesar de que yo sentía que trabajaba duro, no veía ningún avance y cada que me daba mi crisis existencial me encontraba que estaba en el mismo lugar de mi última crisis. Estancada y sin vida.

La Hora de Poder: La Solución Definitiva

Ahora que hemos identificado estos errores comunes, quiero presentarte una solución simple pero poderosa: la 'Hora de Poder'. Este ejercicio consiste en dedicar la primera hora laborable del lunes (o del domingo si prefieres planificar con antelación) para diseñar cómo se verá tu semana. Al dedicar esta hora a la planificación estratégica, puedes evitar todos los errores mencionados y comenzar a ver resultados tangibles.

¡Empecemos!

Cómo Implementar la Hora de Poder

  1. Clara Definición de Metas (Solución al Error 1: Procrastinación por Falta de Claridad)
    Durante la 'Hora de Poder', el primer paso es definir con claridad qué es lo que quieres lograr en la semana. Haz una lista de tus metas más importantes y asegúrate de que cada una de ellas esté alineada con tus objetivos a largo plazo. Esto eliminará la procrastinación, ya que tendrás una dirección clara y sabrás exactamente en qué debes enfocarte.
  2. Planificación Focalizada (Solución al Error 2: Multitarea)
    En lugar de intentar hacer todo a la vez, utiliza la 'Hora de Poder' para segmentar tu semana en bloques de tiempo dedicados a tareas específicas. Identifica cuáles son las tareas de alto impacto (el 20% que produce el 80% de los resultados) y asigna bloques de tiempo específicos para ellas. Esto reducirá la necesidad de la multitarea y aumentará tu eficiencia.

    Pro tip: Agrupa tareas similares en un mismo bloque de tareas así evitarás que tu foco salte abruptamente entre hora y hora.

    Otro tip que te puedo dar aquí es que tengas presente que cada sesión de trabajo debería estar compuesta por tareas que duren esa sesión de trabajo. Si una tarea no se puede terminar en el tiempo que le has asignado quizá es porque aún es muy grande.
  3. Priorización Inteligente (Solución al Error 3: Falta de Prioridades Claras)
    Aplica el principio de Pareto para identificar cuáles tareas y proyectos son realmente importantes. Pregúntate: "¿Qué tareas me acercan más a mis metas?" y prioriza esas tareas en tu lista. Coloca estas prioridades en los momentos del día en los que tienes más energía y concentración.
  4. Gestión de Compromisos (Solución al Error 4: Sobrecarga de Compromisos)
    Durante tu 'Hora de Poder', revisa todos los compromisos de la semana y sé realista sobre lo que puedes manejar. Es el momento perfecto para ajustar tu agenda y, si es necesario, declinar algunos compromisos para evitar la sobrecarga. Deja espacio para imprevistos y para tiempo personal.

    Pro tip: No asignes bloques de tiempo uno detrás del otro. La vida es impredecible y hacer una agenda minuto a minuto solo te causará frustración si no puedes llevarla al pie de la letra. Por el contrario deja pequeños espacios de 15 minutos entre bloque y bloque para que tengas tiempo en caso de imprevistos y también puedas descansar un poco antes de empezar tu siguiente sesión de trabajo.
  5. Revisión y Reflexión (Solución al Error 5: Falta de Revisión y Reflexión)
    Reserva un tiempo al final de la semana (o hazlo parte de ‘Tu Hora de Poder’) para revisar lo que has logrado. Reflexiona sobre lo que funcionó y lo que no, y ajusta tu estrategia para la próxima semana. Esta revisión te permitirá mejorar continuamente y evitar repetir los mismos errores.

Conclusión: La Hora de Poder Como Herramienta de Transformación

Implementar la 'Hora de Poder' no solo te ayudará a evitar los errores comunes que mencionamos, sino que también te permitirá ser más intencional y efectivo(a) en tu vida diaria. Este ejercicio semanal te permitirá enfocarte en lo que realmente importa, reducir el estrés y la sobrecarga, y avanzar de manera consistente hacia tus metas.

Un paso a la vez, un día a la vez.

La próxima vez que te enfrentes a una nueva semana, dedica esa hora a planificar con claridad y propósito. Te sorprenderás de cuánto puedes lograr cuando dejas de hacer lo que no es importante y comienzas a enfocarte en lo que realmente marca la diferencia.

¡Happy planning!